La anécdota que cuento en esta nueva entrada realmente me sucedió….La otra noche cené con una buena amiga con la que me
une muchas cosas y entre ellas el gusto por la gastronomía.
Entramos a un restaurante que no conocíamos…transcurrió la cena, como siempre agradable, y al final de ésta, como es mi costumbre fuí al cuarto de baño, con dos objetivos: el primero utilizar el habitáculo para el fin por el que se ha hecho y el segundo la curiosidad y comprobar el estado del mismo dado que como todos conocemos, los aseos en los restaurantes cuentan en el conjunto de la valoración de los mismos.
La limpieza y calidad resaltaban y remataban con un diseño vanguardísta muy cuidado. Todo iba bien hasta que vino el problema a la hora de abandonar él mismo.Me encaré a la zona comunal donde se ubica los lavamanos, eran dos, me dirijo a uno de ellos, cojo el gel
y me encaro al grifo que debería surtír el agua necesaria para proceder al lavado de las manos.
Hasta aquí todo normal y usual, pero un problema empieza a confundirme, veo el cuerpo del grifo,de un diseño desconocido para mí, era como una larga “T” de forma cuadrada, la observo y con la mano libre del gel, retuerzo la cabeza del mencionado engendro, no se movía ni ha derechas ni a izquierda, vaya, no se….empiezo a pensar y deduzco, será para arriba, no, hacia abajo, pues como que no….me impaciento, miro de soslayo el suelo y no aprecio ningún mecanismo que haga brotar el líquido elemento.
Transcurrido un largo minuto intento racionalizar, esto no me está pasando, como no puedo abrir algo tan simple como un grifo….ya lo tengo claro, estará dotado de la famosa célula….paso la mano por encima, por abajo del interfecto y no da señales de vida. Ahora si que estoy perdiendo la fé en lavarme las manos, mientras el gel comienza a secarse, me miro en el espejo y la imagen que refleja el mismo era yo, con una cara desconcertada, moviendo la cabeza de un lado a otro, rascándomela con un dedo cual simio macho alfa de espada plateada, seguro de sí mismo pero incapaz de averiguar como abrir el diseñado enemigo y que me dejaba en evidencia
Me digo, no es posible pero la realidad es más tozuda que yo, reconozco mi incapacidad, cojo un par de papeles para retirar el reseco gel, procedo a ello y rozando el grifo con el dorso de la mano como empujando al enemigo, mientras en mis pensamiento pienso, será cabrón el artefacto este y fruto de ese empujón ¡!! Milagro!!!
Surte el agua…joder, era hacía atrás………. Salí hundido en la miseria,
Caray con el diseño, podrían adjuntar instrucciones de uso y manejo.