Hace un par de días que me sucedió, fui al
Banco para poner las cuentas en orden y –
verificar que el superlativo de “pobre”…..
“paupérrimo”, sigue en consonancia con el
estado general de las mismas.

Había una cola más que nutrida de pacientes
y resignados ciudadanos, todos con nuestras
cartillas y documentos varios en la mano, rele-
yendo una y otra vez los mismos números,
que la obcecada realidad mostraba como si así
pudiésemos variar el signo de los mismos
y poder realizar los sueños que tiene cada uno
(un viaje, la hipoteca, saldar la puta visa…).

Estando de esta guisa, mezclado en mitad de
La cola, observo como, por la puerta, entra
una mujer que conozco…..me quedo momen-
táneamente inmóvil…..no puede ser es “ ella”
“la papirotazos” (nombre que otra amiga le
puso acertadamente)…horror de horrores
si es ella y en un acto reflejo digno de un
atleta de élite de las paraolímpicas doy un
rapidísimo giro de 180 grados quedando de
tal forma que la mujer que se agregaba a la
cola donde yo estaba no pudiera verme, sólo
la espalda.

Note como la autodefensa que todos tenemos
funcionaba como una máquina bien engrasada
y fui menguando y menguando..hasta creerme
casi invisible lo que me reconfortó. Pero no paraba
de pensar, caso de que la ínclita llegara a visionarme
una salida de escape para evitar el no deseado
encuentro.

Mira que hacen, hoy en día, bien las entidades
financieras el blindaje de sus oficinas…no había
sitio por donde salir, todo blindaje en mi entorno
y puertas de acceso limitado a los empleados….
solo la puerta de acceso y que estaba “dominada”
por dicha persona. Como convertirme en humo
para mi es difícil, soy muy torpe en el arte de la
magia y del escapismo, opte por intentar camu-
flarme en mi cartilla…buscado huecos a codazos
entre las líneas de ésta.

En estas cábalas me hallaba cuando de repente
noto que alguien estaba trazando una equis en mi
espalda con una afilada uña, como si de un boleto
quinielístico se tratara. A este gesto se unió la
inequívoca voz de la mujer, de la que me ocultaba,
“hombre tú por aquí…como estas…cuanto tiempo”
mientras yo,cabizbajo y resignado, me giraba para
mirar la triste realidad; Me había encontrado.

Tras el pertinente saludo, sendos besos, la mujer empezó a
hablar y hablar..mientras con sus manos no paraba
de arreglarme el cuello de la camisa y diversos menesteres
más. Ya era mi turno en la ventanilla con lo que me separe
y fui a ella….
pensé: creo que me libro….

Vanas ilusiones, termino mis gestiones pecuniarias y
papirotazos, ante mi sorpresa, se me cuelga del brazo
y me acompaña a la salida…no daba crédito a lo que
me sucedía, diciéndome..-mira como hay tanta gente
te acompaño y así tomamos café y charramos un poco,
mientras con un dedo rozaba mi mejilla….¡¡ señor mío
y dios mío por que me has abandonado¡¡ susurraba
contrariado.

Fue un café rápido, promesa de quedar para vernos y marcharme,
al fin libre pensé y si te he visto no me acuerdo…iluso de mi,
mientras me iba, ella desde la poca distancia que nos separaba
me espeto: De todas formas te veré en el Peset, tenemos
la revisión juntos el mismo día jejeje.
Sin comentarios.

Ahora que sé ligeramente lo que puede llegar a ser, digamos
un acoso, es realmente una putada…no deberíamos consentirlas