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viernes, 26 de octubre de 2007

El Médico Inexistente....

Visita al médico inexistente:

Son, la 6,30 de la madrugada, busco con desasosiego el origen de una música conocida…es mi Terminal …la alarma.

Ya está, es el despertador. Alcanzo el móvil e intento eliminar la función de alarma tarea inicialmente infructuosa debido a mi natural torpeza con respecto a “estos” especimenes , el súbito y cardiaco despertar unido también a la lista de lince que uno tiene a estas alturas de la vida.

Lograda la calma, tras forcejear con el espécimen, mis neuronas aparecen para darme los buenos días y recordarme que he de levantarme, tengo cita médica a las 9,30, en el Hospital …; bueno a levantarse y empezar con la higiene personal,ducha reparadora que termina de alejar los bostezos y en ésta ocasión un frugal desayuno.

Voy, una vez totalmente acicalado, (los que me conocen saben erfectamente que antes de verme, me huelen, debido a la desmedida afición a las esencias y colonias) a recoger la pertinente documentación que me solicitarán en el Hospital.

Una vez en mi poder, abro mecánicamente la carpeta para comprobar la ya conocida hora y correcto es a las 9,30 y de repente un escalofrío de asombro recorre mi espina dorsal, de tal magnitud que provoca mi mutación a gallina(por la forma que adopta mi piel) mis ojos se agrandan y atónito compruebo que la fecha de la cita es para UNA SEMANA

MÁS TARDE……

Lo de jurar en arameo es lo de menos, es el rato que uno pasa mirando el calendario y la cartulina de la cita como si con estas necias acciones consiguiera casar ambas fecha, pero “no hay tú tía” ; de pronto uno se detiene y se encuentra en medio de un dilema, por una parte piensas en que ocupar esas casi dos horas que la vida te ha regalado y la otra, en la que con ojos vidriosos miras la cama con un afán enfermizo que te va arrastrando a “meterte por donde has salido.

Recuperado el equilibrio, tras esos largos e inexplicables minutos en que, inmóvil, de pie, tardas en decidirte. No me acuesto.

Voy con el pelo húmedo y puedo gozar de éste tiempo. Que el azar ha puesto a mi disposición y dedicarlo a otros menesteres y evitar a la vez levantarme por segunda vez.

Gracias a mi decisión, estáis leyendo el presente relato en el que además, mientras avanzo en su construcción , no cejo de pensar que hubiera sido de mí, si me persono en el Hospital para cumplimentar la cita, con mi médico inexistente.



1 comentario:

VivaLaFa dijo...

Hola,
Me ha gustado mucho el post, me ha recordado a mi madre y he reído mucho.
Una tarde la vi arreglarse con su vestido más bonito, y pasó horas en el espejo arreglándose el cabello. Lista nos dio una sonrisa y nos dijo que se encontraría con sus amigas.
Regresó a los 40 minutos, la cita era al día siguiente. Me tomó un tiempo consolarla porque no paraba de reir.
Me ha gustado descubrir tu blog.
Un saludo.